Un niño de 10 años mantenía este domingo una conversación en un grupo de whatsapp con sus amigos de la escuela. En el chat se generaron algunas discusiones en torno a otra niña del mismo grupo, uno de ellos intenta defenderla de las acusaciones y cargadas generando que la conversación se eleve en el tono y se crucen términos impropios de ambas partes.
El niño que sufrió bullying está diagnosticado con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) lo que puede ocasionar dispersión, desorganización, episodios de ira, trastornos en la conducta diaria. Actualmente se encuentra en tratamiento psicológico y neurológicocon prescripción de medicación.
Los padres de algunos de los chicos integrantes de ese grupo, sin contemplar la edad del niño en cuestión ni entender la situación intervienen en el grupo vertiendo improperios al niño y cuestiones vinculadas a su permanencia en la institución escolar manifestando sus deseos de no concurrencia a la institución.
Incluso fueron el lunes a la escuela a pedir para que sea separado del curso, pero las autoridades actuaron como correspondía e hicieron caso omiso al pedido.
“Este episodio de ‘bullyng’ que traspasa el mero altercado afecta directamente el derecho a la educación onsagrado en la Constitución Nacional y que está respaldado por los Derechos del Niño enumerados por la O.N.U., limitando este hecho una eventual situación jurídica por vulnerar los derechos de un menor”, señaló el padre de la víctima, de quien por obvias razones se preserva la identidad para proteger al menor.
El alumno está siendo tratado por profesionales para avanzar en su rendimiento académico y conductual tanto dentro como fuera de la institución escolar. Esto le ha generado una situación de angustia que debió ser atendida el fin de semana recurriendo a los profesionales de la salud mental para poder establecer una pauta de acción a implementar.
“Debería judicializarse este tipo de situaciones, poniendo en su lugar a los verdaderos agresores de esta historia, que fueron los padres de niños, pequeños educandos, que en vez de recibir educación de sus propios padres y ayudar a proteger a un niño con conductas derivadas de un problema de salud, optaron por intervenir señalando y exponiendo al niño en cuestión”, agregó además el papá del niño.
Para concluir, reflexionó: “Creo oportuno señalar la importancia de no quedarnos en el error sino poder conversar con nuestros hijos sobre el valor de comprender al otro, empatizar con sus dificultades y ayudarlo en las vicisitudes que surjan”.