Romina Uhrig fue una de las participantes más queridas dentro de la casa de Gran Hermano. Sin embargo, meses después de haber terminado su participación en el reality, reconoció que no fue todo alegría porque le costó mucho la distancia con sus tres hijas: Mía, Nina y Felicitas.
“Me da bronca haber sufrido tanto, haberla pasado mal, porque afuera estaban mis hijas mirándome por la tele, y yo sufría todo eso porque ahí adentro es como que estás solo, más allá de los micrófonos y las cámaras. No tenés idea de la dimensión, ni tampoco sabíamos todo lo que provocaba Gran Hermano afuera”, dijo la exparticipante durante una entrevista en Estamos a Tiempo Extra.
“Yo extrañaba a mis nenas, y la producción me decía que me quedara tranquila, que si pasaba algo me iban a avisar. Pero era extrañarlas mucho, hasta que un día di vuelta las fotos (que tenía de ellas en la casa) y me decía: ‘Tengo que seguir’”, comenzó a relatar Romina.
“Me jugaba en contra el pensar si valdría la pena lo que estaba haciendo, porque nunca dije que entré por una casa (de premio), entré a algo que a mí siempre me gustó: estar en la tele, conducción, teatro. Yo no paro, sigo estudiando”, explicó la exdiputada, desmintiendo las versiones que indicaban que ella no tenía vivienda para sus hijas.
“Me enteré que Laura Ubfal me defendió y Marisa Brel no, pero no es algo que quiera ver: lo que hace mal no lo veo, y la gente opina porque es gratis opinar, pero no se pone en el lugar del otro. Yo sé dónde me exponía, pero no imaginé que lo harían con tanta maldad, no sé si es porque estuve en la política, pero con mis hijas también”, siguió Uhrig.
Además, contó que pudo estar tranquila gracias a sus creencias: “Soy una mujer muy creyente. Muchos de los que me conocen me preguntaron cómo hice para aguantar tanto, y yo oraba todas las noches y sé que Dios me dio las fuerzas. Sí me duele que haya gente tan mala que no piensa en mis hijas, por ahí en la más grande, que sufrió un montón, y nunca imaginé que podría pasar. Me dijo que esto es lo que siempre soñé y ahora no me tiene que importar nada y tengo que seguir por mis sueños”.