La inspección, a cargo de la División Sustracción de Automotores y Autopartes de la Policía de la Ciudad, se realizó en una gomería ubicada en la avenida Juan de Garay al 2800, donde los productos se hallaban en exhibición, con sus medidas rotuladas en tinta blanca y algunos con el precio, por lo cual quedaba a la vista que estaban a la venta.
Tanto los neumáticos usados como las llantas están impedidos para la venta, ya que se trata de elementos de seguridad, por lo cual el propietario, de nacionalidad boliviana, fue notificado de iniciación de causa, con la intervención de la Fiscalía de Flagrancia Sur, por infracción a la Ley 25761, conocida como Ley de Desarmaderos.
El comerciante no tenía ningún tipo de documentación respaldatoria, por lo cual el origen es por lo menos dudoso.
Los oficiales comprobaron que muchos de los neumáticos tenían muy poco desgaste, algo singular en estos momentos de escasez y altos precios de neumáticos nuevos.
En ese marco, la División Sustracción de Automotores y Autopartes suele inspeccionar este tipo de negocios en busca de cortar el comercio ilegal, entre ellos los utilizados por los roba ruedas para colocar el producto de sus ilícitos.
Como en los casos de neumáticos y ruedas, es difícil determinar si se originaron en robos, la Ley de Desarmaderos vino a ocupar ese vacío.
Solo los comercios que están incorporados al Registro Único de Desarmaderos de Automotores y Actividades Conexas (RUDAC), pueden comercializar repuestos usados que están en un listado especial, en el cual no se encuentran autopartes de seguridad, entre ellos neumáticos y llantas.