El concejal de Avellaneda, Arnaldo "Pepo" Díaz, vivó ayer una jornada convulsionada en el Concejo Deliberante de Avellaneda, cuando supuestamente se trataba la ampliación presupuestaria para los comedores comunitarios del distrito. Tras aprobarse la creación de un fondo para comprar alimentos y pedirse un tratamiento sobre tablas para hacerle un pedido al Ministerio de Capital Humano para que mande alimentos, Pepo Díaz tomó la palabra y no anduvo con vueltas, sostuvo que siempre hicieron negociados con la comida.
“Lo han hecho de manera asistencialista muchos años, cuando las bajadas y las partidas que había eran discrecionales y de acuerdo al amiguismo”, señaló el edil.
“Mi vieja estuvo en un comedor, y así como estuvo, también sé lo que hacían en los comedores. Porque acá muchos se hacen las carmelitas descalzas y muchos de los que están acá presentes, lamentablemente, usan a la gente de manera discrecional”, señaló, y resaltó que “hay que dejar la hipocresía de lado”.
Tras su alocución recibió una lluvia de insultos de alguno de sus pares y desde la tribuna que estaba repleta de asistentes de movimientos sociales que responden al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Incluso desde las gradas lo llegaron a amenzar de muerte a él y a su hijo.
Desde el Nacional lo cruzamos cuando visitaba a una vecina del barrio de Wilde que sufrió el incendio de su casa y perdió todo. La mujer tiene dos hijos pequeños y el edil se acercó a ver que necesitaba para poder hacerle llegar el pedido a las autoridades municipales y se comprometió a realizar una jornada solidaria de limpieza, pintura y puesta a punto de la casa, junto a los jóvenes militantes de La Libertad Avanza local.
Consultado por los insultos y amenazas recibidas ayer, Díaz señaló: "Lamentablemente es una práctica habitual en los gobiernos populistas como es el caso del intendente local, Jorge Ferraresi, donde no se respeta al que piensa distinto y por eso apelan a la descalificacón y a las amenazas".