A partir de una denuncia del Ministerio de Seguridad encabezado por Patricia Bullrich, la justicia federal realizó una decena de allanamientos a comedores de movimientos sociales y casas de sus referentes. Los operativos se realizaron a integrantes del Polo Obrero, el Frente de Organizaciones en Lucha y Barrios de Pie.
Ayer, el juez federal Sebastián Casanello dispuso la inhibición general de bienes de 28 dirigentes piqueteros y de cooperativas bajo la sospecha de que extorsionaban a los beneficiarios de planes sociales para pedirles acceder a esa ayuda estatal. Y además algo sumamente perverso, que 1200 comedores inscriptos en realidad no existían.
Por otro lado las organizaciones sociales denuncian que es una campaña de persecución y desprestigio por parte del gobierno ya que quieren pasar la motosierra a la ayuda social.
La realidad es que más allá de las pruebas que presenta Bullrich, quien no es santa de devoción de este cronista, ya que está acostumbrada a realizar denuncias mediáticas explosivas que luego no se convalidan en la justicia, las mismas tienen el tono de lo que algunos venimos denunciando hace años en el programa GPS de América TV, donde con cámaras ocultas mostramos como se obligaba a la gente a ir a marchas o sea les pedía un diezmo del plan social que cobraban.
El auge de las Organizaciones Sociales en los últimos años
Si bien tienen su origen embrionario en la década del 90, pasaron a la celebridad por el brutal crimen de Maximiliano Kostecki y Darío Santillán en 2002 en la Estación Avellaneda, que hoy lleva sus nombres, es durante el gobierno kirchnerista que comenzaron a tomar más impulso.
Pero hasta 2015, se dividían en oficialistas como el Movimiento Evita u opositoras y más allegadas a la izquierda como Barrios de Pie y el Polo Obrero. Por supuesto que son muchas más, pero nos centramos en las más grandes y masivas.
Hasta el fin del mandato de Cristina, en su mayoría los comedores se habían transformado en merenderos, porque la gente comía en su casa, puedo dar testimonio de eso porque me especialicé en hacer notas en los barrios para programas como Calles Salvajes o informes especiales para el noticiero, fue como mi expertise, ser productor y especialista en cuestiones que pasaban en las zonas más postergadas de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
Es a partir del gobierno de Mauricio Macri, sobre todo con la crisis de 2018 que los comedores vuelven a ocupar un rol central en la alimentación de los barrios populares. Es también en el pacto del Movimiento Evita con la ex ministra de desarrollo social, Carolina Stanley, donde las mismas adquieren un poder inusitado que antes no tenían. Miles de millones de pesos en subsidios y un reparto descontrolado de planes Argentina Trabaja que pasaron de 200mil beneficiarios al final del mandato de Cristina Fernández a 600mil durante la presidencia de Macri. Todo aun sería peor durante el periodo de Alberto Fernández, no solo aumentaría la pobreza sino que además los planes esta vez serían duplicados, pasando a un 1,2 millones de personas.
Para peor, como funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, llegó uno de los líderes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, como secretario de Economía Social. Entre sus funciones estaba dar subsidios y controlar a su propia organización social, el escándalo fue tal que hasta la propia exvicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández lo criticó.
Pérsico dijo entonces que la vicepresidenta “no conoce el tema” y afirmó que “molesta mucho que las organizaciones sociales hagamos política”. Cecilia Moreau, quien luego llegaría a presidenta de la Cámara de Diputados, defendió los dichos de Cristina Kirchner y apuntó directamente a los dirigentes sociales que manejan planes sociales. “Emilio Pérsico está de los dos lados del mostrador y el Chino Navarro no estaría en los funcionarios que funcionan”, dijo con dureza.
En marzo de este año el gobierno nacional denunció penalmente al ex Secretario de Economía Social, por fraude a la administración pública, Abuso de Autoridad y Violación de los deberes de funcionario público. La presentación judicial fue impulsada por la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, una de las funcionarias de extrema confianza del presidente Javier Milei. Surge luego de detectar, según informaron desde su ministerio, que la Oficina Anticorrupción había dictaminado en contra de Pérsico en un expediente en el que se lo señala por ubicarse como " juez y parte”, a la hora del reparto de fondos de ayuda social.
En las organizaciones sociales de centro izquierda como Barrios de Pie o de extrema izquierda como el Polo Obrero, imputadas por la denuncia de Bullrich, el panorama es distinto, al no ser parte del gobierno como lo fue el Evita, su fuente de financiamiento fue por medio de los aprietes, el pedido de diezmo o directamente del robo de comida para su reventa.
Ahora dentro del contexto de hambre y de exclusión en el cual vivimos y que en estos 5 meses del gobierno libertario no mejoró, es más empeoró, no es bueno que demonicemos a las organizaciones sociales porque son ellas las que han contenido hambruna en los barrios, supliendo el rol que en su momento cuando el hambre no era tan masivo, realizaba la iglesia católica y en parte la evangélica. Si bien es inadmisible estás prácticas de aprietes y extorsión sigan existiendo, peor aún que se roben la comida de los que más necesitan, hay que tener mucho cuidado con que ese lugar en los barrios no lo terminen ocupando los narcotraficantes como muchas veces ocurre, convirtiéndose en los narco Robin Hood que solucionen el hambre, que no espera y es urgente.
Las organizaciones sociales deberán estar a la altura de las circunstancias y depurarse, volver a su noble origen y no ser el negocio de unos cuantos vivos, punteros y dirigentes, que bien ganado tienen el mote de gerentes de la pobreza cuando aplican estas prácticas aberrantes, enlodando una tarea que debería ser digna del aplauso y el reconocimiento.