El expresidente argentino Alberto Fernández estuvo en la Ciudad de México para la elección presidencial. En su calidad de observador internacional, conversó con diversos exponentes del gobierno mexicano y estuvo incluso presente en el bunker de la futura presidente, Claudia Sheinbaum, en el hotel Hilton de Avenida Paseo de la Reforma, donde conversaron durante algunos minutos.
En los días posteriores al triunfo, Fernández siguió con su agenda en la capital de encuentros y cenas y compartió un diagnóstico sobre el gran enigma que rodea a Sheinbaum: ¿Tendrá autonomía o Andrés Manuel López Obrador seguirá manejando lo destinos del país?
Según el expresidente argentino, que no pudo siquiera ser candidato a la reelección en 2023 por el desastre de su gestión económica, Sheinbaum tendrá plena autonomía. "No creo que López Obrador se meta en el gobierno de Claudia, es inteligente, él nunca haría lo que Cristina me hizo a mí", lanzó, según pudo conocer el portal LPO, ante algunos interlocutores, el pasado lunes.
El comentario venía a cuenta de un comentario de Cristina de Kirchner en la red social X en el cual la expresidente felicitó a Sheinbaum pero, a la vez, expresó que su triunfo fue resultado del movimiento creado por López Obrador. Fernández vio reflejada su historia propia en esas palabras pero, ahora, en clave mexicana.
"Y felicitamos al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) por el triunfo obtenido en las urnas y a quien fuera su candidata, hoy la primera Presidenta de México, Dra. Claudia Sheinbaum", escribió Cristina.
Desde ya, Fernández siempre se cuidó, en su estancia en México, de decir estos comentarios lejos de Evo Morales, que también observaba las elecciones y que, igual que Cristina, tiene diversos litigios con Luis Arce, actual presidente de Bolivia. En definitiva: Alberto se ve en la misma situación que Arce pero no cree que AMLO sea Cristina.
Fernández cultiva la idea de que su gobierno fracasó porque su vicepresidente, Cristina, lo saboteó desde adentro. Una curiosidad porque la expresidente suele decir, también en privado, que Alberto pudo terminar el mandato gracias a su intervención y a su decisión de designar a Sergio Massa como ministro de Economía.
El expresidente entregó el poder a Javier Milei el pasado diciembre y desde entonces lleva una agenda itinerante entre España y varios países. Es investigado en la justicia argentina por supuestas irregularidades en su gobierno en la contratación de seguros.
Su presencia en México fue acordada por el político chileno Marco Enríquez-Ominami, coordinador del Grupo de Puebla y amigo de la canciller Alicia Bárcena.
